Hola a tod@s,

En la mayoría de los casos os muestro un reportaje de boda y en muchas ocasiones nos olvidamos de un servicio casi igual de importante a la fotografía: el vídeo. El 80% de las parejas contratan este servicio para su boda por que es la única forma de poder volver revivir todos esos momentos con imagen y sonido. Las risas, las voces quebrantadas, la emoción que viven tanto los novios como los invitados.

Cómo propósito para el 2017 me gustaría empezar a enseñaros más reportajes en vídeo y hoy os traigo uno muy especial de la mano de Through the Frames Films. Han conseguido convertir este vídeo en algo tan especial que más que un vídeo de boda parezca a una película de cuento.

Segunda Estrella a la Derecha, una maravilla gracias a la locución de Sandra Villa y el texto escrito por la hermana de la novia.

Toda historia de amor tiene un comienzo, un comienzo único que cada protagonista recuerda y nunca olvida …la primera mirada, las primeras palabras, el primer sentimiento… el primer recuerdo…

Cuatro años han pasado desde esa fría noche noruega, en aquel baile, en la que nuestros dos protagonistas comenzaron a escribir su “Érase una vez” … desde entonces, son inseparables.

Son incontables las aventuras y momentos que han compartido, la última y sin duda la más emocionante, compartir el día más feliz de sus vidas. La mejor boda que se recuerda, los novios más felices del mundo y con más brillo en los ojos que jamás se haya visto.

Porque está claro que el amor no es invisible, no en su caso, eso se ve a la legua. Tienen luz propia, luz que transmiten y con capacidad para iluminar el mundo y hacer que todo sea más fácil.
Siempre tienen buenas palabras para el uno y el otro, con mucho mimo y amor de por medio, y no hay idioma que se les ponga por delante. Tan pronto se hablan en inglés, como se responden en noruego, como se dicen cariño en español. Qué le vamos a hacer, es lo que tiene ser una pareja tan especial e internacional.

Tan internacional que siempre buscan la aventura, dentro o fuera de casa. “Vámonos a Nueva York, quiero conocer el mundo contigo. Vámonos a Boston y entonces quiero todavía más. Ahora quiero una tienda de campaña en un lugar remoto, donde me pueda bañar en el lago de las montañas y compartir contigo un desayuno viendo el amanecer.
Te juro que si le pides la luna, habla con quien sea para traértela en un periquete. Si eso te hace feliz, no existe otra meta ni obstáculo que se ponga por delante.”
Son como aquella película en la que el chico es rubio, alto, de piel clara y con ojos azules, generoso y siempre con una sonrisa que brindar a los demás. Ella morena y de pelo largo, valiente y sin complejos para comerse el mundo. John Smith y Pocahontas, de dos mundos tan distintos, pero tan parecidos a la vez, con tanto carisma, con tanto amor, con tanta fuerza…

No perdáis esas ganas de cambiar el mundo, de poner a la vida vuestro granito de arena juntos y de seguir descubriendo colores en el viento.

Nunca jamás las cosas serán tan difíciles, porque ahora estáis los dos para seguir el camino propuesto, que es el camino de la felicidad, el que surge de la espontaneidad y de los sueños.
¿La dirección? La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.

 ¡Yo no sé tu, pero a mi se me han quedado los pelos de punta!

¿Hablamos?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Sin Comentarios