Editorial Mimesis La Novia del Bosque

Hola a tod@s,

Volvemos de las vacaciones con fuerza y llena de ideas para retomar el blog para esta nueva temporada. No he querido esperar hasta septiembre para esperar con la vuelta así que arrancamos con una preciosa sesión de inspiración de la mano de VPV Weddings y Carmen Grandal fotografía.

Todo empieza en un bosque mágico, de esos que hay en Galicia, en los que ocurren cosas que no son visibles a la mirada humana.

Pablo es un chico decidido y completamente enamorado, con esa seguridad que te dan los 20 años. Esa sensación que te da el primer amor, y el convencimiento de que jamás volverás a sentir aquello, ni podrás amar de la misma manera. Cuando está con Mencía, siente que todo está por llegar.

Un día va a recogerla y la lleva al lugar en el que tantas horas han pasado hablando de su futuro, y de los muchos planes que tienen, para sorprenderla con una merienda…

Una vez allí, Mencía empieza a imaginarse unos momentos mágicos y llenos de romanticismo. Se imagina un maravilloso vestido que se mueve con cada soplo de viento, se imagina también los abrazos de Pablo, y todo sucede en la casa abandonada en la que jugaban cuando eran pequeños. Esa casa en la que se dieron el primer beso… Esa casa que guardaba tantos bonitos recuerdos.

Allí es donde Pablo le pide que se case con ella entregándole una cajita de cristal, con una bonita lazada en su interior, en la que aparece, escrito a mano con una preciosa letra, «cásate conmigo».

Mencía sueña que se prepara para la ceremonia con otro vestido de ensueño, atado en la cintura con un lazo granate. Se hace una preciosa trenza que acompaña con una tiara de pequeñas flores, se pone unos zapatos plateados, coge el ramo que ha preparado con muchísimo mimo, y acude a reunirse con Pablo al bonito rincón que este ha preparado especialmente para la ocasión.

Y es ahí, con las luces del atardecer, y mirándose a los ojos, donde deciden unir sus vidas para siempre.

Y para terminar, lo sellan todo con el más romántico de los bailes a la luz de pequeñas bombillas. Inmediatamente después, descansan sentados en una escalera llena de velas que les iluminan.