Inspiración Hippie Romántico: Editorial Sempiterno

Hola a tod@s,

Arrancamos la «no-temporada» de bodas con una inspiración de lo más bonita. La verdad es que fue verla y enamorarme sobre todo del look de la novia con esa mirada tan profunda. Un trabajo magnifico sin duda del equipo que han reunido Thirteen Weddings y Cristina Vizcaíno.

Una historia de amor perpetuo, que durará para siempre. La magia de los que se desean a escondidas.

Creada para los que creen en la magia de las cosas sencillas e historias de amor prohibidas y clandestinas, donde solo hay lugar para la imaginación. Una historia de amor furtiva y emotiva.

Cargada de naturaleza, donde nuestros protagonistas se ven envueltos en un enclave de fantasía, lleno de paz y silencios que lo dicen todo. De estilo hippie romántico, hemos diseñado nuestro editorial basándonos en la armonía del espacio y la arquitectura predominante del lugar.

Introduciendo una paleta de color romántica optamos por toques celestes con tonos más empolvados como el rosa para fusionarlos con el verde que impera en todo el entorno, además de estar muy presente en toda la decoración floral.

Como sacada de la mitología griega, Elena, la novia, aparece en escena como una ninfa de los bosques, ese ser mágico procedente de la fuerza de la naturaleza que habita en una hermosa mujer. En primera instancia lleva un camisón de corte recto que hace un guiño a las mujeres de los años sesenta, adaptándolo a unas líneas menos conservadoras y más actuales, unido a ello un precioso tocado de flores naturales coronan su precioso pelo cobrizo que hace que no puedas apartar la mirada de ella.

Tras esta primera escena Elena y Javi, la pareja, se encuentran ya vestidos para la ocasión, ella con un primer vestido algo más sencillo con mangas transparentes, en un espacio donde solo caben ellos dos y la conexión de sus miradas. Sentados en las preciosas sillas de madera decoradas con macramé, encuentran una bonita mesa que diseñamos donde se une el romanticismo de la cristalería y las velas con la rusticidad de las flores que parecen recién cogidas del campo y los bajoplatos de macramé. Es aquí donde los novios por fin pueden dar rienda suelta a su amor, donde ya no se esconden y son sólo uno.

Tras esta primera escena, se representa una segunda con el cambio de vestido de la novia, donde para la ocasión festiva se opta por un dos piezas con una impresionante falda de metros y metros de tul, este no les impide correr, saltar y festejar su enlace con una maravillosa mesa dulce donde se dejaron llevar por la alegría de gritar su amor a los cuatro vientos.

A través de la papelería creativa y la repostería se hace un guiño al estilo hippie que imperaba en los años sesenta, mezclando las plumas que solían llevar en sus atrapasueños con las preciosas flores que nos recuerdan a ese bosque del cual parece salir nuestra particular ninfa.