Hay momentos que merecen ser contados de una forma especial. Son instantes fugaces, miradas llenas de emoción y sonrisas que cuentan más de lo que las palabras pueden expresar. En el mundo de las bodas, capturar esa esencia no es tarea fácil, pero hay personas que tienen un don especial para hacerlo. Lucía de Haro es una de ellas.
De la pasión por la fotografía a la profesión de fotógrafa
Dicen que las mejores historias empiezan con un giro inesperado. En el caso de la madrileña Lucía de Haro, fue un encuentro fortuito con una cámara analógica en un mercadillo lo que despertó su curiosidad por la fotografía. Fascinada por la posibilidad de capturar el mundo a través de un lente, comenzó a experimentar y pronto descubrió que su verdadera pasión residía en contar historias a través de las imágenes.
Sin embargo, la fotografía de bodas no estaba en su radar hasta que, por pura casualidad, terminó visitando Luz, Cámara, Pasión en 2016 en Madrid, la primera exposición nacional de fotografía de bodas organizada por el colectivo Fotógrafos de Boda España.
Lucía había ido al evento pensando que era una exposición de otra temática y, cuando se dio cuenta del error, estuvo a punto de marcharse. Pero algo en las imágenes expuestas la atrapó por completo. La manera en que los fotógrafos lograban capturar la emoción de un instante irrepetible le hizo replantearse todo. Salió de la exposición con una idea clara: quería formar parte de ese mundo.
No fue hasta que asistió a la boda de una amiga cuando decidió que quería dedicarse a esto profesionalmente. Ver cómo una fotógrafa conseguía inmortalizar cada emoción, cada detalle y cada instante irrepetible, la dejó fascinada. Desde ese día, Lucía de Haro supo que su camino era ser fotógrafa de bodas.

Una fotógrafa de bodas con estilo natural
Lo que distingue a Lucía de Haro de otros fotógrafos es su capacidad para narrar historias a través de sus imágenes. Su enfoque natural, sin poses forzadas, logra captar la verdadera esencia de cada pareja.
No se trata solo de hacer fotos bonitas, sino de crear recuerdos que, años después, transporten a quienes los ven de vuelta a ese día tan especial.


Trabaja de una forma cercana y discreta, dejando que los novios disfruten de su día sin interrupciones. Su objetivo es reflejar la autenticidad de cada boda, desde la complicidad de los novios hasta los pequeños gestos de emoción de los invitados. Porque cada boda es única, y así debe ser cada reportaje.
«Recuerdo una boda en la que la abuela de la novia llevaba en su bolso una foto antigua de su propia boda. Cuando me la enseñó, me di cuenta de que el amor se expresa de muchas formas, y poder capturar ese tipo de momentos es lo que más valoro de mi trabajo»
Lucía de Haro
Otra anécdota que destaca es la de una boda al aire libre en la que, inesperadamente, comenzó a llover. «Los novios decidieron seguir adelante sin preocuparse, y las imágenes resultaron ser de las más emocionantes que he tomado. A veces, la belleza está en la espontaneidad», dice con una sonrisa.
La fotografía de bodas como legado
Lucía de Haro siempre dice que las fotos de boda no son solo para los recién casados, sino también para las generaciones futuras. Son el testimonio de una historia de amor que merece ser contada y recordada con el paso de los años. Por eso, cada imagen que captura está pensada para perdurar en el tiempo.


Si estás buscando un profesional que capture tu gran día con sensibilidad y autenticidad, el trabajo de Lucía de Haro es un reflejo de esa pasión por contar historias a través de la fotografía de bodas. En cada imagen se percibe su dedicación, su ojo para los detalles y su amor por este oficio.
Cada boda es un nuevo reto, una nueva historia por contar, un nuevo recuerdo que quedará para siempre… y Lucía de Haro sabe cómo hacer que cada instante cobre vida a través de su lente.