Aquí me tenéis como os prometí en mi segundo post para contaros como fue mi pedida de mano.

Sonará algo raro pero mi pedida de mano fue aproximadamente cuando Luisfer y yo llevábamos unos 15 días saliendo. Lo recuerdo como si fuera hoy. Estábamos en la habitación de su residencia y me dijo que me iba a poner su canción de música clásica favorita. Cuando la escuché casi se me caen las lágrimas. Era el canon de Pachelbel la canción con la que desde que era muy niña dije que entraría en la iglesia el día que me casará (por aquel entonces no era tan usada, ahora parece que no hay otra música para las bodas). Nos abrazamos y bailamos agarraditos. Justo en ese momento nos dimos cuenta que queríamos casarnos juntos y que eramos almas gemelas.

Se que ha sido ñoño, pero os juro que fue tal cual, a fecha de hoy puedo decir que ha sido el momento más especial de nuestras vidas. Desde entonces hasta ahora han pasado ya casi 7 años y 3 de ellos viviendo juntos.

Si no nos hemos casado antes era por dejadez, por eso de decir, bueno vamos a ahorrar más y así durante mucho tiempo. Además yo le cogí pánico a los preparativos de la boda porque sabía que iba a tener muchos disgustos a la hora de organizarlo todo.

La decisión de casarnos, ya de romanticismo, poco. Hace algo más de dos años murió mi abuelo, una de las personas más importantes en mi vida, y pensar que también pudiera faltarme el día de mi boda mi abuela nos dio el empujón que necesitábamos. Estábamos sentados en el sofá y nos dijimos el uno al otro que a que estábamos esperando, y decidimos casarnos ya.

El siguiente paso era contarlo. Que nervios…Como nuestros padres se llevan muy bien queríamos contárselo a los cuatro a la vez así que engañamos a los padres de Luisfer para que fueran a Salamanca el domingo de ramos a ver la procesión. Cuando estábamos tomando algo les dimos a cada uno un paquetito con un regalo y una tarjeta que ponía: «Este es uno de los regalos que daremos el día de nuestra boda ¡ NOS CASAMOS!».

Fue super gracioso, mi madre que no llevaba las gafas, mi suegra diciéndole que leyera la tarjeta, mi padre que se quedó blanco y mi suegro con una sonrisa de oreja a oreja. El resto del día bar en cada bar que entrabábamos mi suegra gritando » ¡Que vivan los novios!¡ Que vivan los padrinos! Nos reímos un montón.

Mi novio estaba empeñado en comprarme un anillo de pedida y le dije que no, que no quería que se gastara el dinero en mí porque en esos momentos estaba sacándome el carnet de conducir, mi espinita clavada desde hace años, y eran muchos gastos.

Un día en julio estaba trabajando en el bar de las piscinas del Helmántico, que pertenece a mi familia, y subió diciendo que bajara que nos habían dado un golpe al coche en el parking y nos lo habían dejado destrozado. Bajé las escaleras corriendo pero cuando vi que toda mi familia iba detrás, me empecé a oler que algo raro pasaba. Cuando llegué abajo tenía en la puerta un descapotable de segunda mano lleno de lazos y de globos. ¡Era mi regalo de compromiso! el mejor regalo del mundo, ¡Mi primer coche! me encantó, aunque en el momento tengo que admitir que no supe ni como reaccionar, jaja.

Bueno pues esta ha sido mi pedida. Espero que os haya gustado y en el próximo capítulo de nuestro camino hacia el altar os contaré cositas sobre la elección de nuestra Luna de Miel.

Beatriz.

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1 Comentario
  • Organza y Tul
    febrero 20, 2014

    ¡Qué regalo de pedida más chulo!
    Nosotros tampoco decidimos casarnos de manera muy romántica. Pero, al final, lo importante no es la pedida de mano, si no el paso importante que vamos a dar 🙂

    • beatrizescribano
      febrero 24, 2014

      exacto, si la decision ya estaba tomada desde hacia muchos años, lo unico era que no le poniamos fecha y ahora ya esta a la vuelta de la esquina

  • Kyla
    febrero 20, 2014

    Me encanta quinta sinfonía de Tchaikovsky. Es mejor para las noches después de la boda..

    • beatrizescribano
      febrero 24, 2014

      para nosotros el canon ya ha perdido un poco su esencia porque la oyes en todos los lados y antes no era asi

  • Marina
    febrero 24, 2014

    Lo nuestro fue algo parecido, fue una decisión de los dos porque él ya me lo había pedido hacía mucho tiempo! ¡Y sin anillo ni falta que hizo! Por cierto me llamó la atención que os conocierais en Béjar, mi marido es de allí jeje

    • beatrizescribano
      febrero 24, 2014

      jaja, pues si los dos estudiamos alli ingenieria industrial